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Luna De Avellaneda 

 

Luna de Avellaneda es una película del director argentino Juan José Campanella, del año 2004 de genero comedia. Escrita por Juan José Campanella, Fernando Castets y Juan Pablo Domenech.1 Es una de las películas más recientes deCampanella siguiendo a dos de sus películas más reconocidas, El Hijo de la Novia (2001) y El Mismo Amor, La Misma Lluvia (1999).

 

Luna de Avellaneda cuenta la crisis por la que está pasando un club de barrio fundado por inmigrantes, haciendo alusión a circunstancias que vivía Argentina en los años 40’s y 50’s como lo es la llegada de inmigrantes. Nos encontramos con una primera escena de abundancia y alegrías, tiempos en los que el país aún no sufría la crisis social y política de las dictaduras. Es la fiesta inaugural del club, comida, música tradicional, alegría, juegos, la gente se representa en medio de un regocijo. En esta primera escena aún no se plantea el conflicto de la historia, ni se dan a conocer los personajes. Lo que se realiza es una presentación del club y que la historia va a girar en torno a él, pero no se dice de qué manera. Se le ofrece al espectador la línea narrativa de la película, el género, la comedia romántica, que es la inclinación en las películas de Campanella, influencia de sus estudios en Estados Unidos y de películas como Bailando bajo la lluvia y Qué bello es vivir.2 Se muestra que evidentemente es una comedia, niños que molestan mujeres alzándoles la falda, parejas enamoradas que se alejan de la multitud para recrear un acto sexual, baile y risas, hay una burla directa al fundador del club Don Aquiles (José Luis López Vázquez) cuando le arrebatan el micrófono en el escenario. En medio de la fiesta y las emociones colectivas, y la prometedora fundación del club, una mujer se encuentra a punto de dar a luz. Toda la euforia de la fiesta se detiene por este evento. Cuando el niño nace todas las personas del club comienzan a gritar de alegría y convierten al pequeño Romancito en el primer miembro vitalicio del club. Allí se encuentra una metáfora de la vida, el club es generador de vida, de alegrías, es el surgimiento de una época de prosperidad y sonrisas, además de la aparición del personaje principal como bebe, se plantea que toda su vida gira en torno al club y su bienestar.

 

Cuando llegamos al presente narrativo de la película, el club se encuentra en banca rota, se encuentra a punto de ser embargado. Román Maldonado (RicardoDarín) comienza a realizar una inalcanzable búsqueda por recuperar el club. La película gira en torno a conflictos sociales, como si se buscara liberarse de una espinita de justicia social. Una película donde se plantea la forma en que la economía aísla a las personas, las retira de sus valores éticos y morales, y los introduce en una lógica de supervivencia como ley natural del hombre, la lógica del dinero. 3 Es una película que raya en lo utópico, como todas las de Campanella, la diferencia es que en Luna de Avellanada, la utopía no es acerca del amor, o bueno, sí, pero no precisamente, va hacia la justicia social, que es muy justa realmente, si el club no puede pagar los impuestos debe ser cerrado, no es injusticia, es la ley, tal vez descarnada, verdad, pero no necesariamente injusta, hay normas que se deben cumplir. En el desarrollo de la historia se muestra al personaje de Alejandro (Daniel Fanego) como un empleado del municipio quien para pagar las deudas del club, les sugiere a los socios vender para así salir de los problemas económicos. En unas circunstancias en donde el club no tiene otra salida, parece una oferta muy lógica, además de que tras la demolición del club se va a construir un casino y se darán 1500 empleos y entre ellos a los antiguos socios del club, es verdad, es una solución muy capitalista, y un poco violenta, una forma de castrar los sueños de los fundadores del club. Pero hay que ser realista, no se puede luchar contra la economía y los deseos individuales por el poder, con sueños, casi también, Campanella plantea como se deterioran los sueños en una sociedad que no permite ni deja que crezcan como un árbol frondoso.

 

Para resaltar algo, dentro de la trama, debo acudir al amor, un tema recurrente en las historias de Campanella, porque como él mismo lo dijo durante una entrevista: Creo realmente en el amor, en su fuerza… es realmente como una droga.4 Dentro de la historia, aunque el club no logra prosperar, el amor es algo que siempre resulta bien, como es el caso de Amadeo Grimberg (Eduardo Blanco) y Cristina (Valeria Bertuccelli) la nueva profesora de danza, un amor sufrido, porque ella le tiene miedo al amor, pero él quiere luchar por una relación donde se sienten bien, donde se ríen. Una relación que sale a flote. Es el mismo caso de Román. Hay problemas familiares, los asuntos financieros parecen absorberlo por completo y se olvida de su pareja, asunto en el que Campanella es reiterativo, como en el caso de El hijo de la novia, en donde el personaje principal, también interpretado por Ricardo Darín, se encuentra en una crisis económica con el restaurante que maneja y descuida su vida afectiva con la familia y su pareja.

 

La relación entre Ricardo Darín y Juan José Campanella es de una camaradería y una amistad que sobrepasa lo laboral. Parece que los guiones que escribe Campanella estuviesen pensados para que Ricardo los actuara, además porque le quedan muy bien los papeles. Desde la El mismo amor, la misma lluvia, hasta el Secreto de sus ojos, las actuaciones de Ricardo Darín dentro de los historias planteadas por Campanella, se acoplan muy bien. Ricardo Darín es un actor que nos da un excelente resultado en sus presentaciones, en Luna De Avellaneda, el personaje de Román se muestra desesperado, triste, alegre, muestra una gran cantidad de facetas, y todo de una forma natural como, es capaz de encontrarse en una escena dramática y exponer un lado humorístico que raya con el sarcasmo y el humor “negro”. Las alianzas de Campanella no son solo con Ricardo Darín también con otro actor al que el director recurre con mucha frecuencia y se trata de Eduardo Blanco quien en la historia se presenta como un alcohólico que se toma la vida de una manera divertida y romántica. Es un actor fantástico, por lo general se resaltan las actuaciones de Ricardo Darín pero Eduardo Blanco le hace una buena pareja. En las películas de Campanella resulta ser un comodín humorístico que siempre tiene su propia historia de amor y por lo general relacionada con la historia del personaje principal. Eduardo Blanco aparece como el amigo de Ricardo Darín, el confidente con sueños propios, que se gana el cariño del espectador y por el que uno resulta haciendo fuerza para que su pequeña y dramática historia de amor salga bien. En conclusión Darín, Blanco y Campanella hacen un excelente equipo.

 

En cuanto al montaje, Luna de Avellaneda resulta ser una película bastante sencilla, en donde lo que se concentra es el desarrollo de la historia y técnicamente en este aspecto no presenta mayor atractivo, transiciones por corte directo y ocasionalmente sobre todo al narrar el transcurso de periodos de tiempo largos, se recurre al fundido a negro, pero no es una película que use transiciones como desenfoques caso contrario a El mismo amor, la misma lluvia o El Secreto de sus ojos en donde este tipo de elipsis es muy recurrente.

 

Dentro de la parte técnica es importante resaltar la dirección de fotografía a cargo de Daniel Shulman. Es una película con planos bastante ambiciosos, grandes planos generales de multitudes y en un ángulo picado. Es un film realmente arriesgado, el uso de muchos extras sobre todo en la escena de apertura, o por ejemplo la escena del debate de la asamblea de los socios para decidir el futuro del club. En iluminación tiene una apuesta a la coloración cálida, a pesar de ser una película con temas dramáticos, mantiene la iluminación de una comedia, colores alegres, pero se debe llamar la atención que en las escenas que son realizadas en el club, aparte de la escena de apertura, la coloración es mucho más melancólica, ayudando a la narración en relación a los problemas por los que está pasando el club. En cuestiones de dirección de fotografía, Luna de Avellaneda es una película impecable.

 

Este film es variado, tiene comedia, romance, drama, parábolas políticas, contextos históricos específicos dentro de Argentina. Tiene la marca de un gran director y a pesar de ser la película menos premiada de Juan José Campanella, claro, en comparación con otras como El hijo de la novia y El secreto de sus ojos, sigue siendo un material fílmico de análisis he importante para la historia del cine argentino. Es una película que genera muchas apreciaciones, puede ser criticada desde la perspectiva utópica que maneja, pero a la vez te envuelve y te lleva a desear que los problemas amorosos que se desarrollan lleguen a un final feliz, al que por supuesto llegan, es una historia de esperanza, en donde el protagonista al final de todo, decide montar su propio club.

 

 

 

EK

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